Durante 55 años, la Biblioteca de Estudios Chicanos ha sido un hogar para el conocimiento, el activismo y la comunidad. Con las ventas de libros, periódicos microfilmados y derechos de autor de el Chicano Database, la Biblioteca de Estudios Chicanos, y ahora la Biblioteca de Estudios Étnicos, se han mantenido en cierto modo autosuficientes. La autonomía de la biblioteca y sus raíces en la comunidad le permitieron prosperar y lograr muchos proyectos ambiciosos a través del poder de la acción colectiva.

Aunque la Biblioteca de Estudios Chicanos creó inicialmente colecciones, servicios y programas para satisfacer las necesidades de las comunidades locales, hoy su alcance es mucho mayor. Académicos visitantes de todo el mundo viajan para estudiar sus colecciones únicas. Autores de obras pioneras reconocen que su investigación habría sido imposible sin la Colección de Estudios Chicanos o el apoyo del personal de la Biblioteca de Estudios Chicanos. Los bibliotecarios que integran el personal han sido reconocidos a nivel nacional por sus contribuciones a los campos de la bibliotecología, los Estudios Chicanas y Chicanos y muchos otros. Los logros de la biblioteca surgieron de estudiantes y trabajadores que querían reunir libros, revistas, carteles y obras de arte chicanas para aprender de ellos y ponerlos a disposición de los demás. Estos materiales eran importantes para su sentimiento de identidad y justicia comunitaria. La Biblioteca de Estudios Chicanos no se rigió por las prácticas de la bibliotecología convencional y abrió su propio camino. No fue regida por precedentes, por lo que produjo sus propias formas de conocer, recopilar, organizar, describir y publicar. Al final, las comunidades Chicana/o/xs pudieron decir: esto es nuestro.